Para la agencia calificadora Moody’s, la recompra de deuda lanzada por el Gobierno aporta “poco para respaldar la capacidad de pago del soberano desde el año 2024 y más allá”, por lo que supone “un intercambio en dificultades y, por lo tanto, un incumplimiento”, según los preceptos que manejan en la firma para evaluar el perfil de riesgo soberano.